Información acerca del coronavirus (COVID-19)




¿Qué podemos hacer con el problema de la epidemia actual? ¿Cómo podemos evitar ser infectados?

  1. Compre una reserva de agua para toda la familia de al menos 90-120 día, tambien deberia comprar conservas y comida congelada duradera, si es posible hagalo online.
  2. Lávemonos las manos con frecuencia y a fondo. Tenga en cuenta que no solo en los casos habituales como: el regreso a casa, antes de las comidas, uso del baño, etc. hagámoslo! Es bueno acostumbrarse a la limpieza de las manos antes de ir al baño, antes / después de visitar los espacios públicos y de manera regular (por ejemplo, cada media hora o una hora) . O sea trate siempre de lavarse las manos lo mas frecuente posible.

    Atención:No en todos los lugares podemos encontrar un grifo, en el metro, en los tranvía, incluso en las paradas de tales. Siempre es bueno traer consigo mismo algún tipo de spray liquido! Rocíe el líquido regularmente sobre sus manos, frótelo, límpielo con una toalla de papel y asegúrese de tirar el pañuelo. El lavado frecuente de manos puede resecar la piel, ¡no olvides limpiar regularmente la superficie!
  3. ¡Evite el contacto con los ojos, la nariz y la boca si nuestras manos no están limpias! Use gafas protectoras en un lugar público que proteja contra las partículas que se pueden filtrar del aire.
  4. Adhiérase a la etiqueta habitual de estornudar: estornudar o toser con un pañuelo. Evitemos la multitud y el contacto con los demas: ¡no es hora de un apretón de manos o un beso!
  5. Durante la amenasa real del virus y antes de esta también por problemas de seguridad deberiamos usar algun tipo de mascara facial, pero si es posible, mejor que sea una de filtro de aire de varias capas,si es que aun podemos conseguirlas!
  6. Desinfecte con frecuencia las superficies de esos lugares que las personas tocan con frecuencia o los lugares donde mas se acerquen las personas. (Por ejemplo, un escritorio en un lugar de trabajo para recibir clientes, o en la mesa de plexiglás en la caja registradora). Obtenga suministros para la desinfección lo antes posible, ya que es probable que se vuelvan escasos.
  7. Cuando ocurra una epidemia real, o incluso antes, ¡no asista a eventos comunitarios por un tiempo y evite el transporte público si es posible! No sabemos quién es el portador del virus ya que ellos mismos tampocos saben que lo son.
  8. ¡Evita el entorno inmediato de personas enfermas!
  9. Quédese en casa, si tiene el menor riesgo de contraer la enfermedad, piense detenidamente en sus compañeros de trabajo y sus amigos!
  10. Si tiene fiebre, tos o dificultad para respirar, debe consultar inmediatamente a un médico y seguir el protocolo publicado.
  11. ¡Evite la comida cruda o el consumo de órganos animales y mercados donde hay animales vivos! ¡Evita los excrementos de animales, presta mucha atención a tu perro y lo que traes a tu espacio vital o a tu entorno inmediato! ¡También verifique la limpieza de nuestros zapatos al ingresar a nuestra casa!
  12. ¡Evite los países que informan la propagación del virus y a las personas que han viajado con frecuencia al extranjero en el pasado reciente!

¿Qué peligro representa la epidemia de COVID-19?

Considerando las características fundamentales, encierra un peligro potencial muy grave. El largo período de latencia de la enfermedad implica problemas. Ataca órganos y sistemas (sobre todo, los pulmones) que pueden fácilmente hacer que la enfermedad sea letal. Durante el período de latencia extremadamente largo, que puede sobrepasar las dos semanas, el individuo puede ser portador del virus sin siquiera darse cuenta y permanecer asintomático. Hay personas que portan el virus y contagian a otros pero no se ponen enfermas o presentan síntomas tan leves que no les interesa identificar el mal o sencillamente no son capaces de identificarlo.

No es cierto que los datos de mortalidad sean parecidos a los de la gripe. Los datos disponibles hasta la fecha indican que el índice de infección del COVID-19 está bastante por encima de dos, el doble del índice de infección de la gripe. El índice de infección es un factor muy importante que indica cuántos infectados nuevos produce una persona infectada en una comunidad no inmune, sin medidas especiales. Su índice de mortalidad es 25 veces mayor que el de la gripe: la infección del virus COVID-19 mata a 25 personas de 1000, mientras que la gripe sólo mata a 1.


¿Tenemos que temer más a la gripe o al coronavirus?

Desde el punto de vista epidemiológico, el coronavirus representa un desafío muy grande para los especialistas de sanidad. Las medidas cautelares hasta ahora sólo han conseguido ralentizar la propagación del virus, que ya ha afectado a más personas que muchas otras epidemias en el curso de las décadas pasadas. Aproximadamente, el 20 por ciento de los infectados requiere una intervención médica muy seria, en algunos casos para salvar su vida, y se puede afirmar que el índice de mortalidad relativamente alto de 3-6% es producto de un esfuerzo muy grande. Este índice podrá mantenerse hasta que la sanidad del país en cuestión disponga de capacidades suficientes. Y es que en la mayoría de los países la sanidad ya está sobrecargada por sí, sin epidemias nuevas.

Por ello, tenemos que hacer todo lo que tengamos a nuestro alcance para no contribuir a la proliferación de la epidemia: debemos lavarnos las manos con frecuencia, usar mascarillas, evitar los lugares donde se concentra mucha gente y, si es posible, permanecer en casa.


Muchos dicen que sólo los ancianos y las personas con defensas bajas están en peligro. ¿Es cierto esto?

Los que están en mayor peligro siempre son los individuos con un sistema inmune debilitado o aún no conformado, así como aquellos que padecen enfermedades o presentan un cuadro de difícil tratamiento. Pero sólo se trata de estadísticas que nos indican el nivel de probabilidad que debe enfrentar cada individuo. Nadie está a salvo, a lo sumo, tiene menos probabilidades de tener problemas. En el sistema de coordenadas de fallecimientos y enfermedades graves por un lado y la edad por el otro lado, las epidemias tienden a formar unas curvas en forma de U, aunque éste es el promedio y los datos reales muestran una dispersión mayor o menor frente a este promedio. Existen ejemplos históricos en los que el funcionamiento excesivo del sistema inmune ha causado millones de muertes, con una curva en forme de W, cuando se hizo más vulnerable justamente la población que supuestamente tenía las defensas más altas. Es interés de toda la población que todos en común nos concentremos en la prevención.


¿Qué podemos hacer por el buen funcionamiento de nuestro sistema inmunológico?

El sistema inmunológico del ser humano es capaz de producir verdaderos milagros cuando funciona bien, y sobre todo si el patógeno no le es totalmente desconocido. Pero es suficiente una pequeña enfermedad, un insomnio duradero, falta de nutrientes o un estrés prolongado para que baje su eficacia. Por este motivo, deberíamos llevar una vida con mucha conciencia de inmunidad, incluso en épocas de epidemia, para poder apoyar el organismo. Debemos evitar todo lo que debilite nuestro organismo.

No son momentos para hacer senderismo de alto rendimiento o largos ayunos o comenzar una drástica dieta para bajar de peso. Tampoco son éstas las mejores fechas para mudarnos o emprender cambios que conlleven mucho estrés. Es mejor dormir al menos 7 horas al día, y no preocuparnos si ganamos algunos kilos. Pueden venir muy bien como reserva para una larga enfermedad. En definitiva, no debemos descargar nuestras baterías, sino buscar un estado de armonía en el que estemos descansados y podamos regenerarnos. El invierno es para todos los seres vivos la época de retiro y ralentización del ritmo, así que también nosotros debemos descansar un poco más.


¿LAS MÁSCARAS QUIRÚRGICAS VERDES NOS PROTEGEN?

El papel principal de las máscaras quirúrgicas es proteger contra la rápida propagación del virus: si alguien está infectado, pero usa la mascarilla, es menos probable que transmita el virus a otras personas. Y dado que una de las características de la epidemia actual de SARS-CoV-2 es que hay un gran número de personas infectadas asintomáticas, lo ideal sería que todos lleváramos mascarillas al entrar en contacto con otras personas. No sabemos si portamos el virus nosotros mismos o no, si no tenemos síntomas. Y todos aquellos que tienen síntomas respiratorios, como la rinitis, deben cubrirse la boca con una mascarilla si entran en contacto con otras personas: las máscaras quirúrgicas sirven perfectamente para este propósito.

Si todos lleváramos máscaras quirúrgicas durante algunas semanas y siguiéramos las otras reglas de higiene (como lavarse las manos) ya sea en la situación actual o durante otras epidemias (por ejemplo, durante la temporada de gripe), la propagación de la epidemia se reduciría significativamente y mucha más gente se mantendría saludable.

Pero las máscaras quirúrgicas también pueden proteger a sus usuarios hasta cierto nivel de la infección. Debido a que el coronavirus infecta mejor a través de las gotas más grandes de saliva que salen de nuestras bocas al toser, estornudar y reír, el virus "viaja" sobre ellas, de manera muy efectiva: estas gotas pueden salir de nuestras bocas a una velocidad superior. a 50 m / s y puede llegar hasta 6 metros! Eso significa que es en vano que mantengamos la distancia recomendada de 1-2 metros ... Sin embargo, existe evidencia de que las máscaras quirúrgicas pueden capturar las gotas grandes que presentan el mayor riesgo y les impiden que se eleven en el aire.

Las máscaras quirúrgicas también son muy útiles cuando se trata a un paciente, por ejemplo a un miembro de la familia. Si no desea que toda la familia se infecte, vale la pena darle a la persona enferma una máscara quirúrgica. Este tipo de mascarilla no impide la respiración normal y es cómodo de usar.

El siguiente video muestra cómo usar las mascarillas correctamente. Las palabras clave son: lávese las manos antes de ver la grabación; no toques la mascarilla mientras la esté usando; lávese las manos antes y después de quitárselo. Mientras use la máscara y después de quitársela, compórtese como si la parte exterior de la máscara estuviera contaminada, es decir, no la toque.
https://www.youtube.com/watch?v=OABvzu9e-hw

Las máscaras quirúrgicas desechables son desechables en todos los sentidos de la palabra y protegen hasta que estén notablemente húmedas. En este caso, deben reemplazarse de inmediato y las máscaras usadas se deben desechar.

Recuerde: no importa qué máscaras usemos, solo serán efectivas si continuamos prestando atención al lavado frecuente de manos, si evitamos tocarnos la cara y si mantenemos la distancia recomendada.


¿Cuáles son las mascarillas que ofrecen protección contra la infección?

Son las mascarillas usadas en la protección laboral, las que cubren también la nariz y aíslan los costados del rostro frente la penetración del aire. Los respiradores faciales con filtro son unas mascarillas desechables, que no requieren mantenimiento y filtran las partículas. Se les llama FFP por sus siglas en inglés (Filtering Face Piece). Están disponibles en tres niveles de protección, que se indican con un número detrás de las siglas FFP:

  • FFP1: Protección de tipo atóxico no peligroso aunque irritante de polvo y partículas de líquidos (vapores de aceites y agua), que se producen, por ejemplo, al realizar operaciones de perforación, pulido o cortado. Es capaz de filtrar partículas mayores de 5 micras.
  • FFP2: Protección contra polvo fino y partículas de líquidos (vapores de aceites y agua) moderadamente peligrosos y tóxicos que se producen, por ejemplo, al realizar trabajos de enlucido, con cemento en la industria maderera. Es capaz de filtrar partículas mayores de 1 micra.
  • FFP3: Protección contra partículas sólidas y fluidas tóxicas (por ejemplo, en la industria farmacéutica y química). Es capaz de filtrar partículas menores de 1 micra.

El coronavirus de 2019 tiene un diámetro de entre 50 y 200 nanómetros. En realidad, la mascarilla no tiene la función de filtrar el virus, sino el portador del mismo, habitualmente gotas de saliva suspendidas en el aire, que son más grandes que el virus.

Considerando la capacidad de filtrado, las mascarillas FFP2 ofrecen una protección considerable contra el coronavirus (92-94%), mientras que las mascarillas FFP3 se acercan al 100% de protección.


¿Cuál es la manera correcta de usar las mascarillas faciales FFP?

La mayoría de las mascarillas faciales que encontramos en el comercio son para un sólo uso, o sea, desechables, lo que se indica con su color blanco. Esto quiere decir que ofrecen mayor protección cuando las usamos de manera continuada. No debemos quitárnoslas ni meter la mano por debajo, sólo si no queremos seguir usándolas. Así, por ejemplo, si queremos protegernos contra una infección potencial en un viaje por avión que dura dos horas, más el tiempo que permanecemos en el aeropuerto, lo mejor es no quitarnos la mascarilla durante todo el viaje y no introducir la mano o los dedos por debajo de la misma.

Debemos usar inmediatamente la mascarilla luego de retirarla de su envoltura. Es importante que la mascarilla se asiente perfectamente sobre el rostro, que no haya espacios libres entre la piel y la mascarilla. (Esto se logra únicamente con las mascarillas FFP y similares diseñadas para uso reiterado, y la mascarilla sanitaria o médica verde no es capaz de ello.) La mascarilla no se asienta bien sobre la piel si uno tiene barba, aunque sea incipiente, así que es mejor que nos afeitemos cuando haya que usar mascarilla. Si es imprescindible que nos quitemos la mascarilla, por ejemplo, al comer, y sólo tenemos una, conviene dejarla en un lugar bien ventilado, apartada de la gente. Hay que lavarse bien las manos antes. No debemos tocar la parte interior de la mascarilla, y después de quitárnosla, debemos dejarla envuelta en un papel antiséptico. Pero lo fundamental es no olvidar que las mascarillas FFP no se han diseñado para uso reiterado. Si nos la quitamos, disminuye su capacidad de protección ya que durante ese mismo movimiento el virus puede fácilmente “aterrizar” en la cara o en el interior de la mascarilla.

Una mascarilla puede usarse durante varias horas de forma continuada. Pero hay que desecharla después del uso. Con varias horas de uso, la mascarilla lentamente se empapa de humedad por la misma respiración y al hablar. Una mascarilla facial húmeda no ofrece protección contra el virus, sino al contrario, aumenta el peligro de la infección. Por esta razón, la mascarilla húmeda debe ser sustituida de inmediato.

Tanto el coronavirus como el virus de la gripe son capaces de producir contagio a través de los ojos. ¡Hay que evitar tocarlos con manos no desinfectadas! Aun cuando usemos la mascarilla.

También debemos recordar que la mascarilla, en particular la de nivel FFP3, no deja pasar la misma cantidad de aire que uno acostumbra respirar, aunque claro, deja pasar una cantidad de aire suficiente. Hay que conservar la calma y respirar normal, uno se acostumbra muy rápido a su uso. Si realiza trabajo físico con la mascarilla puesta, puede tener la sensación de estar un poco limitado, ya que el esfuerzo constante exige mayor aporte de oxígeno. Si se siente mareado, debe reducir el esfuerzo y pasar a un lugar mejor ventilado.


¿Ofrece la mascarilla 100% de protección?

No hay protección total, ni siquiera con una mascarilla que sea capaz de filtrar el 100% de los virus. Es que la persona puede contagiarse a través de los ojos, y el virus que se deposita en la vestimenta y en los objetos de uso es capaz de sobrevivir y mantener su capacidad de contagio por cierto tiempo. La protección total sólo se consigue con el uso de gafas, vestimenta y capucha de seguridad. Esta protección se justifica en el caso de profesionales expuestos al peligro, o durante el cuidado doméstico de un familiar infectado que requiere contacto directo. Por otro lado, cualquier persona puede hacer uso de una mascarilla en circunstancias cotidianas, en caso de que la necesite.

Atención: junto con el uso de la mascarilla hay que acatar las normas de higiene personal. Lavarse las manos con bastante regularidad, toser y estornudar utilizando pañuelos de papel desechables, evitar darse besos con desconocidos, mantener distancia, desinfectar las superficies, etc.


¿Es cierto que no puede estar infectada con el coronavirus la persona que está resfriada, con secreción nasal y tose con flema, ya que el coronavirus se acompaña de tos seca?

No. Esta falsa creencia tan difundida es muy peligrosa porque nos induce a autodiagnosticarnos. Y es que, “a simple vista”, no se puede determinar qué ocasiona los síntomas de las vías respiratorias. Se necesita una prueba de laboratorio. Si vivimos o pasamos por una zona donde está presente la epidemia y notamos los síntomas especificados, debemos consultar a un médico.


¿Con la aparición de qué síntomas debemos visitar el médico?

Los síntomas clínicos más frecuentes de la infección con coronavirus son fiebre alta, tos seca, dolor en el pecho, dolor en los músculos, dificultad para respirar, falta de aire y fatiga.

En las etapas iniciales, los síntomas pueden ser leves y, de hecho, la mayoría de los afectados experimenta la infección como una enfermedad leve con síntomas en el tracto superior de las vías respiratorias. Por desgracia, hay una proporción bastante alta de pacientes (15-20%) que desarrollan pulmonía, y el 5-10% de los infectados puede tener síntomas críticos (pulmonía grave con síndrome de distrés agudo en las vías respiratorias) que requieren una intervención de salvamento.

Por esto es tan importante que todas las personas que noten dichos síntomas (aun en su forma más leve) y tengan la mínima probabilidad de haberse infectado con coronavirus (por haber visitado lugares infectados o haber contactado con personas infectadas) consulten con el médico. Eso sí, por teléfono. ¡Debemos evitar transferir la enfermedad! Como primera medida, tenemos que llamar por teléfono al médico de cabecera.


¿Qué se debe hacer si surge la sospecha de la infección en su propia persona o en otra con quien haya contactado?

Si nota cualquier síntoma en sí mismo o en una persona con la que ha tenido contacto y que puede guardar relación con la infección (síntomas respiratorios, fiebre, dolencias musculares), deberá quedarse en casa. No debe acudir al consultorio o al hospital si tiene sospechas de una infección de coronavirus, debe informar por teléfono al médico de cabecera o en casos graves, a la ambulancia. Deberá comunicarles que tiene sospecha de coronavirus y las razones (por ejemplo, por haber estado en un área afectada o haber contactado con una persona que había visitado tal lugar).


¿Mejorará la situación respecto a la epidemia del coronavirus en la medida en que mejore el tiempo?

Los profesionales optimistas tienen esa esperanza, o sea, que el coronavirus sea una epidemia estacional, similarmente a la gripe. Considerando las áreas hasta ahora infectadas, se puede constatar que la epidemia no está afectando mucho las zonas tropicales. No obstante, como se trata de un patógeno nuevo, todavía no tenemos ninguna experiencia sobre su comportamiento en calor, o sea, no nos aventuramos a pronunciar un juicio seguro. Es posible que en la medida en que aumente la temperatura, el coronavirus pierda parte de su vigor y su capacidad de infectar, pero es igualmente posible que todo esto no sea más que especulaciones.


¿Si se propaga el virus, podremos tener una epidemia de COVID-19 cada año?

Una nueva epidemia puede surgir por varias vías, incluso mediante una cadena de infección que parte del portador original y produce mutaciones. A largo plazo, la mejor solución es la puesta en marcha de procedimientos de prevención de epidemias bien elaborados y practicados.


¿Cuán estable es el virus, en qué medida se van a producir mutaciones, y cuál es la probabilidad de que alguna de estas mutaciones sea mucho más peligrosa que la actual?

Esta variante del coronavirus parece ser un virus hasta ahora desconocido. Su genoma es un ssRNA monofilar positivo, con bastante tendencia a la mutación. Ya se conocen varias mutaciones que se acompañan de síntomas más graves. Si tenemos más suerte, puede aparecer una versión más amigable y, con el paso del tiempo y la aplicación de los procedimientos adecuados, hasta pueden extinguirse determinadas variantes.


Existen distintas suposiciones sobre cómo comenzó a difundirse el virus. ¿Cuál es la más probable?

Con cada vez mayor probabilidad nos encontramos e interactuamos con entes biológicos que hace algunas décadas no conocíamos, con los que no teníamos contacto y sobre todo, los que no habíamos transportado a diez mil kilómetros de distancia. Los virus (también) se transportan/propagan en un entorno relativamente cerrado determinado por procesos naturales. Frecuentemente, vulneramos estos sistemas, sea por intención desmedida, sea por negligencia.

Según los datos disponibles, el anfitrión original podría haber sido un pangolín o especie de serpiente, y el virus pudo empezar a propagarse con la ayuda de murciélagos como portadores intermediarios. Las investigaciones nos darán una respuesta cada vez más precisa. Un factor que dificulta las investigaciones es el hecho de que el COVID-19 se basa en el ssRNA, que es particularmente proclive a la mutación, o sea, que podemos estar hablando de una mutación múltiple.


¿Podremos hacer planes de vacaciones en Italia u otras áreas afectadas por la epidemia?

No debemos planear viajes para los próximos 4 a 6 meses, a menos que sean imprescindibles o de importancia vital. Es mejor quedarse en casa.


¿Podemos contagiarnos con productos que llegan de áreas afectadas por la epidemia?

Según las experiencias recabadas hasta la fecha, el coronavirus es capaz de sobrevivir por períodos realmente largos.


¿Por qué es importante encontrar el enfermo número cero en una región determinada?

El enfermo cero es la persona primeramente afectada por la infección o que trae el virus a una región determinada. Es importante identificarlo porque ayuda a las autoridades a determinar de dónde procede la infección y a establecer la cadena de infección, es decir, las personas que el enfermo cero, y luego los infectados posteriores, hayan podido contactar y contaminar. Además, estudiando al enfermo cero, se puede explorar el estado raíz de las mutaciones.


Muchos han empezado a acumular víveres en casa, mientras que otros condenan este comportamiento aludiendo que es éste el que origina escasez en las tiendas. ¿Cuál es la conducta apropiada?

En tiempos de nuestros abuelos, era natural tener reservas de agua y de comestibles suficiente para cubrir períodos más largos. Ellos lo tuvieron que aprender por las guerras y las épocas de escasez. Hoy día, nos sentimos en seguridad, ya que tenemos tiendas abiertas día y noche en nuestro entorno. Así es, pero este bienestar es bastante frágil. No se necesita pensar en una gran catástrofe, una fuerte epidemia ya es suficiente para que los negocios cierren. Y el ciudadano promedio apenas tiene reservas para una semana, incluyendo un par de conservas y algo de harina en la despensa.

Nosotros aconsejamos a todo el mundo comprar y mantener un stock de comestibles y agua suficiente para un período prolongado. Además, esto les puede ayudar a planificar las compras con mayor eficacia en cuanto al tiempo y hasta con menos costo. En cualquier momento, podemos enfrentarnos a una eventualidad (por ejemplo, una fuerte nevada) que nos impedirá temporalmente el acceso a comestibles y otras cosas necesarias para la vida cotidiana, como los medicamentos. Tenemos que aprender las reglas básicas del autosustento, y no sólo por el coronavirus.

En épocas de epidemias, es bueno tener reservas para varias semanas de los artículos de consumo que se necesitan a diario, porque de esta manera podemos prescindir de ir a tiendas y supermercados saturados de gente, o sea, podemos evitar encontrarnos con la enfermedad. El riesgo de la infección se reduce con cosas menores como ir a hacer las compras cuando haya menos gente en las tiendas. Si tenemos reservas en casa, tendremos mayor libertad para elegir el momento de las compras.


¿Qué podemos aprender de la situación epidémica actual?

La epidemia actual del coronavirus es la mejor ilustración del problema que muchos tendremos que enfrentar en el futuro. Dada la población mundial de muchos miles de millones de personas, la movilidad que cubre prácticamente todo el planeta y los desequilibrios producidos por el cambio climático, estaremos transmitiendo más virus, bacterias y otros patógenos a los que no tenemos una respuesta inmune. Toda la humanidad tiene que practicar cómo proceder, qué hay que hacer si algo empieza a difundirse. Prevención, higiene, mini-cuarentenas si uno está enfermo, y cuarentena voluntaria y cuidado de uno mismo aun cuando estemos sanos. De esta manera, podremos lograr un resultado mucho mejor que tratando a multitudes de pacientes en los hospitales con soluciones a posteriori.

Los mejores antídotos de los virus hoy por hoy son los llamados vídeos virales, ese cúmulo de datos y consejos apropiados que se propagan a velocidad vertiginosa y en gran número en las redes de comunicación, y datos precisos y comprensibles para todo el mundo sobre la prevención. Es nuestra responsabilidad propagarlos lo más ampliamente posible.


¿Qué hace Lavylites para proteger a sus propios trabajadores?

En los establecimientos y oficinas de Lavylites trabajan más de cincuenta personas, a quienes queremos proteger de todo peligro eventual. Les proporcionamos informaciones de forma regular, les recomendamos una actitud serena y previsora de una situación de crisis en su vida privada, y también remodelamos nuestros procedimientos laborales. Entre otras cosas, nuestra empresa ha comprado medios de protección para repartir entre los trabajadores. En el caso de muchos puestos, el trabajo se realiza en casa. Ya no mandamos a nadie a hacer viajes al extranjero. Si es imprescindible que una persona viaje, le proporcionamos mascarilla facial para el tiempo del vuelo o viaje en tren. Si una persona es dada de baja por largo tiempo a causa de una enfermedad o por cuarentena, la empresa no le abandona, y proporciona una asistencia superior a la que prescribe la ley a los empleados incapacitados laboralmente.


¿Realiza Lavylites investigaciones en relación con el coronavirus?

Si, hemos empezado el trabajo en nuestro instituto de investigaciones microbiológicas y fisiológicas, y estamos aplicando un enfoque bastante particular. Esperamos obtener pronto un resultado satisfactorio.

El fondo caritativo que administra Tibor Jakabovics está elaborando un sistema logístico para la gestión de existencias, concentrándose en los medios que son vitales en caso de emergencia.